Bienvenidos a la mitad del mes de octubre. Seguramente, muchos de vosotros ya habéis vuelto a la rutina tras el verano. Este es el momento perfecto para hablar sobre cómo retomar o implementar un “nuevo hábito” que nos permita mejorar nuestra calidad de vida. Ya sea para volver al gimnasio, leer más o aprender algo nuevo, ¡es hora de empezar!
Volver a la rutina puede ser difícil, especialmente si tienes hijos y estás adaptándote a los horarios escolares. Pero, ¿qué hay de tus propios hábitos?
Si estás sintiendo que te cuesta retomar la rutina, ¡no estás solo!
Algo que aprendí este verano es que para realmente integrar un hábito, debes ser constante y formal con ello. Puedes empezar con pequeñas acciones: si decides que tu hábito será leer más, comienza con solo cinco minutos al día. La clave es hacerlo tan fácil que no haya excusas para dejarlo.
Un buen consejo es vincular un nuevo hábito a uno ya establecido. Si tienes el hábito de tomar café por la mañana, utilízalo como un disparador: mientras tomas el café, lees unas páginas o meditas por unos minutos. Esta combinación facilita la integración del nuevo comportamiento en tu vida diaria.
Te propongo que retomes un hábito por ti y para ti. Puede ser algo tan simple como caminar más, aprender algo que siempre quisiste, o simplemente cuidarte mejor. Reconoce que ya tienes muchos buenos hábitos, ¡pero siempre hay espacio para mejorar!
¿Qué es un reto interno?
Un reto interno puede ser algo que nadie más vea, como aprender una habilidad o mejorar tu salud mental.
¿y externo?
Un reto externo es algo que se ve claramente, como ponerse en forma. Además, es importante saber si el reto requiere de un entorno específico, como ir al gimnasio o practicar en casa, lo cual también puede influir en cómo lo organizas.
Cuando decides empezar un nuevo hábito, tu entorno familiar y laboral también debe adaptarse. Tal vez necesites ayuda de tu familia para tener tiempo libre, o reestructurar tus tareas laborales para que no interfieran con tu nuevo reto. Por ejemplo, si decides que a las 9:15 estarás ocupado haciendo ejercicio, comunícalo a quienes te rodean.
Finalmente, no olvides celebrar tus logros. No importa si no has alcanzado exactamente lo planeado, lo importante es seguir avanzando. El premio debe ser algo positivo y no ir en contra del hábito que estás formando. Si te has propuesto mejorar tu alimentación, el premio no debería ser una tarta de chocolate, pero sí podría ser un bombón o una experiencia gratificante.
Lo más importante es empezar. No importa si decides empezar en noviembre, pero asegúrate de empezar. Todos tenemos excusas y distracciones, pero la clave está en burlar esas barreras y mantenerte enfocado. Si estás pasando por un momento difícil, recuerda que un pequeño reto puede ser el impulso que necesitas para mejorar tu vida.
Espero que este reto que te propongo sea el comienzo de un gran cambio. Descarga las fichas en la caja de recursos y, sobre todo, mantén la motivación. Nos vemos en octubre para seguir avanzando juntos. ¡Cuídate!
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Terapeuta Holística y Facilitadora de Barras de Access.
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